Boric presenta última Cuenta Pública en medio de divisiones internas y escándalo por licencias médicas

Santiago.– El Presidente Gabriel Boric pronuncia hoy su última Cuenta Pública en el Salón de Honor del Congreso, donde trazará las directrices para el tramo final de su administración, cuyo mandato se verá recortado por las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre.

Durante el discurso, se anticipa que el mandatario volverá a destacar iniciativas emblemáticas de su gestión, como el proyecto de despenalización del aborto –anunciado de forma sorpresiva el año pasado–, la urgencia legislativa para la ley de eutanasia y la reforma al sistema de impuestos. Sin embargo, fuentes del oficialismo señalan que esta vez Boric pondrá el foco en su propio sector, buscando contener las críticas internas por la deriva moderada que ha marcado su segundo año de gobierno. Se especula, incluso, con un posible endurecimiento de sus planteamientos en torno a la política internacional, retomando las denuncias por la crisis humanitaria en Gaza e incluso dejando en el ambiente la posibilidad de una ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, tal como insinuó en su Cuenta Pública 2024.

Analistas coinciden en que parte del contenido del mensaje presidencial obedecerá a la precampaña de las primarias de la coalición oficialista. En ese contexto, habrá especial atención a las reacciones de figuras como Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA), Jeannette Jara (PC) y Jaime Mulet (FRVS), quienes se encuentran en plena pugna interna para diferenciarse y marcar distancia de algunas políticas de La Moneda. Varios observadores políticos aseguran que la “mezcla de orgullo y frustración” que impera en el Frente Amplio podría quedar en evidencia en las voces disonantes que surjan tras la alocución.

No menos relevante es el escenario en el que se produce la rendición de cuentas: en medio de un escándalo destapado por la Contraloría General de la República, que reveló irregularidades en el uso de licencias médicas por parte de funcionarios públicos. El organismo dirigido por Dorothy Pérez expuso con datos contundentes la magnitud del problema y la impunidad con la que operaban algunos beneficiarios. Se espera que el Presidente Boric emita una condena tajante a estos hechos y anuncie medidas para acelerar las indagaciones y avanzar en una reforma estructural del empleo público que corrija la laxitud actual.

Con estos antecedentes, la Cuenta Pública de hoy no solo reviste carácter de balance: también se proyecta como un acto político clave para el oficialismo, que busca consolidar su discurso programático y neutralizar el malestar interno antes de la contienda electoral. La forma en que Boric aborde los temas de agenda social, las tensiones intracoalición y la crisis de credibilidad derivada del informe de la Contraloría, será fundamental para calibrar el estado real de la gestión en los nueve meses restantes de gobierno.